FRANCISCO ISMELDO BARRIOS – EL POETA DE LIBERTADOR - SU BIOGRAFÍA

 

Francisco Ismeldo Barrios: Primer maestro en el paraje de “Paso Lallana” precursor y luchador incansable de nobles fines culturales y educativos.

“Fue un hombre que se destacó en su época y logró lo que pocos: trascender más allá de las fronteras de su pueblo natal.”

“Un amor inmenso lo unía a el, y en todas sus acciones, poesías, cuentos, y relatos escolares, notándose ese deseo de que progrese y sea conocido su querido Libertador.

La mayoría de sus alumnos lo recuerdan como un intelectual, un hombre enérgico y un excelente docente, a pesar de su condición casi enfermiza.

Nació el 10 de octubre de 1913 en la entonces Colonia Berón de Astrada, (hoy Libertador) Departamento de Esquina.

Sus padres fueron Lázaro Barrios e Isabel Ludmila Fratti.

Se caso con Alba Juana Penzo (M.N.N.) oriunda de Corrientes y tuvieron dos hijos: Juan Francisco (Ing. Mecánico) y Gloria Esmeralda M.N.N. y poeta, ya fallecida.

Su enseñanza primaria transcurrió en la Escuela Nacional N° 5 (405), siendo sus primeros maestros Alejandro Lugo, Benigno Crossa y María Ferreira de Barrios terminando la primaria en el Departamento de Aplicación de la Escuela Normal de Esquina y se recibió de docente en 1932, contando con 19 años recién cumplidos.

Hasta acá todo como cualquier mortal. Pero ¿qué vicisitudes y qué ideales encierra su vida y accionar?

Los ideales que venían acompañando sus pensamientos eran los de J. Alfredo Ferreira.

Así integró la C.D. “Sociedad 7 de Mayo”, presentado proyectos y realizados referente a la instalación de una mesa de lectura y certámenes de composiciones y el más importante, un Certamen Pedagógico cuyos resultados se dieron a conocer el último día de clase de 1932.

Al hacer uso de la palabra ésa oportunidad, decía, entre otras cosas, destacando la importancia de los certámenes: “... nos invitan a obrar en una dirección más precisa, mas recta y mas profunda y que el punto de partida estaba en el lugar que ocupábamos y en la época que representábamos, en el propio terruño inclusive, ante el problema de los problemas, el problema de la niñez. Esa causa que bien puede ser de nuestras desgracias o de nuestras fortunas”. “Cifrando todas las esperanzas en tal sentido, en la acción acertada del maestro.” Y concluía diciendo: “... llevaríamos bien alto el nombre dignamente conquistado por la vieja y famosa Escuela Normal de la que salíamos con la Patria por norte y amplias visiones se habrían en abanico ante nuestros sueños de jóvenes maestros”.

El propio Pancho recordaba en 1966: “... decía esas cosas así porque así pensaba para mi capote, que las escuelas normales corrían el peligro de estar pobladas por estudiantes sin vocación docente auténtica; lo que no beneficiaría en la medida deseable los requerimientos educacionales de la niñez Argentina y culturales de su medio.”

Desde joven, estudiante secundario de 4to. Año, fue secretario fundador del Centro Cultural J. Alfredo Ferreira que presidía su mentor y fundador, Ignacio Solmoirago, Director del periódico “El Centinela del Litoral” de Esquina. En este caso, además ocupó el cargo de Bibliotecario de la Biblioteca Popular, dependiente de aquel centro, sucesor de la “Sociedad Pro Cultura” formada por estudiantes del Magisterio, que dos años antes fundaran una Escuela Nocturna, al estilo de las que funcionan hoy día. Este Centro fue, también, fundador del museo local, con los elementos que hoy conocemos, algunos ya dispersos.

 

SU CARRERA DOCENTE

Su carrera como docente comenzó en forma particular en la llamada “Escuela Particular de Paso Lallana”, por el fundada en 1933, habiendo realizado el censo de niños y el proyecto respectivo, a partir de las vacaciones de Julio de 1932, cuando aún era estudiante, siendo esa la idea que bullía en su mente. A pesar de su capacidad, voluntad y trabajo realizado, y tener para julio del 34 inaugurado el local propio, no tuvo suerte con las autoridades educaciones, ya que al nacionalizarse la Escuela días después, se nombró a otra persona en el cargo.

Iniciación de las clases: El 1 de Mayo de 1933 comenzaron las clases y el recién recibido Francisco Ismeldo Barrios fue el alma mater y los alumnos abonaban $1 por mes y cada uno. Lógicamente no pagaban todos por no poder. Fueron 21 los iniciadores y terminaron 23 a FIN DE CLASES EL 30 DE NOVIEMBRE DE 1933.

Funcionaba en un ex depósito de alfalfa de propiedad de Florentín, acondicionado al efecto, con techo de zinc y piso de tierra. (Frente al actual edificio de la Escuela).

Los programas aplicados fueron una adaptación de los que usaba la Escuela Normal de Esquina en el Departamento de Aplicación.

Su docente nos cuenta en una poesía de su autoría, quienes fueron algunos de los colaboradores e iniciadores de la Escuelita:

 

ESCUELA NACIONAL N° 369

Evoco a la Escuelita precursora

En su rincón acá, en Paso Lallana

con toda su pobreza franciscana

y, empero diligente y soñadora.

 

Tizas, cuadernos, libros, pizarrón,

campana, asiento, mástil y bandera

y el aula aquella, cálida y primera...

saliendo del esfuerzo y de la unión.

 

Florentines, Fernández y Obregones,

Sosas, Nemes, Ramones y Bordones,

Y cuántos más...llevando adelante.

 

¡OH escuelita, escuelita franciscana

así nacida, acá en Paso Lallana,

su Escudo Nacional está triunfante!“

 

Al otro año las clases comenzaron, debido a un brote de difteria, el 20 de abril de 1934, en el mismo local de año anterior, pero en doble turno ya que la inscripción pasó a ser de 57 alumnos, “...de los cuales 30 concurrían gratuitamente”...“ mientras se concretaría la construcción del nuevo local”.

 

De cualquier manera, marcó rumbo en el corto tiempo que allí estuvo, y el recuerdo permanente es para el. El 9 de Julio de 1934, al inaugurar el nuevo local de “su” escuela, y después de izar la bandera y entonar el Himno dijo, entre otras cosas: “Ahora creo, pues, estar en condiciones de pronunciar la sagrada palabra, sin temor a profanarla, es decir la palabra Patria, y que es ella principalmente, la que nos tiene aquí reunidos, por vez primera a 118 años de su independencia, que es la nuestra propia”. En arenga a sus alumnos les decía: “... y para vosotros, queridos alumnos, esta nueva escuelita significa una sincera alegría en vuestras almas y una promesa de ser hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy.”

El periódico de la ciudad de Esquina “El Centinela del Litoral” comentaba el acontecimiento significativo en extensa crónica, dando a conocer los versos recitados por un alumno y de autoría del maestro:

“ Bajo la primera Bandera de mi Escuela”

 

Es la Patria misma, es ella,

Que a nuestra Escuela hoy bendice,

Que mil promesas hermosas

Mientras flamea nos dice.

 

Es la Patria misma, es ella,

que se yergue en este monte,

lo ilumina poco a poco

y nos muestra el horizonte.

 

Allí un camino recién

abierto que corre; allá,

el oscuro monte que huye,

ya para siempre quizá;

ahí, nuestra escuela que hoy abre

sus puertas ante la historia;

acá, vosotros, de pié,

y mi bandera aquí, ¡gloria!

 

Nos cuenta el protagonista en sus escritos:

“Cuando la construcción y estando ya los cimientos afuera, fue visitada por el Inspector de Zona Sr. Tassi en compañía del Profesor Abelardo Vázquez, de la Escuela Normal y el maestro Silvio Chiotta.”

“No obstante faltarle aún revoques y piso, el mismo fue inaugurado en acto público, el 9 de julio de 1934.”

“El nuevo local fue ocupado por el suscripto (Ismeldo Barrios) y sus alumnos solamente hasta el 20 de julio de ése año (1934) en que fueron suspendidas las clases hasta el 1 de agosto inmediato con el fin de revocarlo por dentro y fue en tales circunstancias que se produjo su nacionalización, pasando a ser escuela Nacional N° 369 bajo la Dirección del Señor Daniel Strien, tomándose posesión del local.”

“Lo antedicho sucedía el día 30 de Julio de 1934”. “... El anterior maestro particular no fue invitado, por lo tanto no hizo transferencia ni detalle alguno, ni de marcha de la enseñanza, local escolar, etc., ni tampoco le fueron recabado por autoridad alguna, salvo el pedido de devolución de la campana por la Municipalidad de Esquina.”

“Los vecinos redactaron un telegrama de disconformidad hacia el Presidente del H. Consejo de Educación de la Nación.”

Indudablemente, el nombramiento no fue el que los vecinos pidieran y esperaban, tema del cual se habló, y no bien, durante años. Para, ellos fueron traicionados y estafados en su buena fe, por causas evidentemente políticas, a juzgar por la visita efectuada cuando la escuela en construcción.

 

La Escuela y su conversión en Nacional N° 369

La parte burocrática dice: “... en la sesión del 7 de febrero de 1934, expediente 2.742 – C – 931, el Concejo Nacional de Educación resolvió: “Disponer la instalación de una Escuela de la Ley 4.874 en cada una de las localidades de la Provincia de Corrientes de conformidad con lo resuelto el 6 de octubre próximo pasado en expediente 16.614 – C- 933... y en Paso Lallana, Departamento de Esquina”...

 

El primer verso enseñado a los alumnos en esa creación fue el siguiente:

LOS ENANITOS

Muy blanca la barba

Muy rojo el vestido

Los enanos juegan

Sin hacer ruido

Y así como blandos

Ovillos de lana,

Por el monte corren

Hasta la mañana.-

 

Hoy, muchos de sus discípulos y todo Libertador, están agradecidos a éste hombre, a quien le jugaron una mala pasada cuando la nacionalización de la Escuela, no nombrándolo a él como director, ya que fue el docente por el cual todos pidieron.

 

OTRO DESTINO Y LUCHAS

Su situación económica y de la familia no era de las mejores, y tres meses después de ese episodio tomó rumbo al Departamento de Sauce donde reanuda sus tareas docentes particulares en una extensa, alejada y rica estancia, donde trabaja con trece alumnos alternando las tareas de maestro con las administrativas del establecimiento donde transcurren tres años. En esa Estancia del Arroyo Horqueta también consigue con su tenacidad que las autoridades nacionales creen una escuela, pero el cargo docente no fue para el.

Corrían los fines de 1937 y dentro de pocos meses asumiría un nuevo Presidente y toma la decisión de ir a Buenos Aires a pedir trabajo casi en forma desesperada recibiendo por respuesta y a una carta del Dr. J. Alfredo Ferreira que la llevó a modo de presentación: “Dígale al Dr. que hay 40.000 maestros sin puestos”. Empero siguió insistiendo y el día 23 de marzo de 1938 (sin recursos en Buenos Aires y pasando como sea) en uno de los pasillos del Concejo se encuentra con un funcionario a quien requiere respuesta y halla esta: “Ud. Está nombrado en la Escuela Nacional N° 5 de Colonia Berón de Astrada”.

Desde acá en adelante comienza su tarea proficua y tesonera en su terruño.

Fue Presidente de la Asociación de Ex Alumnos y se dedicó a trabajar por el progreso Cultural del lugar y va a conseguir el trazado urbano de Libertador, además de ser fundador e impulsor del “Centro Pro Pueblo”.

Gestionó para lograr la instalación de la oficina de telecomunicaciones, el teléfono, la construcción del Salón Ex Alumno y el edificio de la Escuela N° 5, ideó el trazado y ubicación de oficinas en el Centro Cívico. El Monumento y su ubicación en la plaza San Martín es idea de su cerebro, al igual que la Escuela Granja, que nació como agrotécnica y luego se transformó el Ciclo Básico y Magisterio.

También reconocen su autoría la Estación Sanitaria, con médico y enfermero, creación del 6to. Grado primario, local policial con plano incluido.

Fundó el Club Agrícola 4ª “El Porvenir” dependiente del I.N.T.A., el primero de la Provincia, el 28 de mayo de 1955.

Realizó El Censo Escolar en el Paraje Paso Cejas de la 5ta Sección que culminó con la creación de la Escuela Nacional N° 512.

 

Actuación Cultural y Literaria: 

Colaboró en diversos órganos periodísticos de su pueblo natal, habiendo sido fundador de algunos de ellos, tales como “El Centinela de la Colonia”; “Escuela y Sociedad”; “Pro Pueblo”, “Gaceta Escolar”y “Pueblo Libertador”.

Fue corresponsal de “El Centinela del Litoral”, de Esquina, de “Temas” y “La voz de Esquina”.

Publicó artículos en la revista “Figuritas” y “ Yurú Peté” de Buenos Aires y en los diarios “La Mañana” y “El Litoral” de Corrientes.

Fue el redactor de las “Bases para la Sociedad de Fomento”, recién creada (1942)

Pronunció conferencias de carácter público sobre temas de su especialidad y de investigación histórica.

Además participó en seminarios y jornadas pedagógicas, así como en revistas orales de la S.A.D.E. de cuya filial Corrientes fue miembro.

Adaptó e hizo interpretar obras teatrales de autores argentinos a alumnos, ex alumnos y maestros de la colonia y el pueblo. Hoy a varios años se recuerdan y añoran sus veladas culturales, los telones y la escenografía que realizaba y enseñaba.

Obras Publicadas: “Cantando en Pago Redondo”; “Poemas y romances” (1946); “Bodas de Plata”; “La Patria Candente” (Poemas escolares y líricos)

(1966);“Presencia de la rosa” ; “Sonetos y canciones (69); ”Pagorredondeando”, poemas varios en 1970; “Esquina la del cantar”, cantos, romances y sonetos (1972); “Versos de galope corto” (1973); “El Hijo de Yapeyú” y “Cuentos de carne y hueso”.

La obra “Pagorredondeado” de 1970 (de 100 páginas), el la define como: “Versos de carne y hueso en forma de cantos, romances y sonetos”.

Inéditos: “Motivos para Virmar”, dedicado a su nieta Virginia María y una variada producción de relatos, teatro, lecturas escolares, etc.”

Salvo contadas excepciones, el mismo publicaba e imprimía sus libros, periódicos y folletos.

Ismeldo falleció en Buenos Aires el 28 de septiembre de 1981 a los 68 años de edad.

En 1997 al inaugurarse el nuevo Edificio de su escuela, se impuso su nombre a un aula.

El 17 de agosto de 2001 el Municipio y pueblo de Libertador, le rindieron homenaje, consistente en la imposición del nombre de una calle y colocación de una placa recordatoria en la Esquina de la Escuela Normal. Asistieron autoridades provinciales y a causa del mal tiempo (lluvia) el acto solemne de día de la fundación del pueblo, se llevó a cabo en el salón de dicha escuela.

Era necesario el recuerdo para éste hombre de prolífica labor docente y literaria.

En su tiempo fue resistido por parte de las autoridades, generalmente, debido a sus ideas de avanzada, su inteligencia y el sentido innato que tiene todo precursor de inteligencia brillante.

En conversaciones comentaba a quien esto escribe que luchaba por “...la educación no para si, sino para los demás y sobre todo para los que gobernaran algún día...”, ya que su teoría decía “que ...resultaba más llevadero y cómodo para gobernar un pueblo instruido que uno semi analfabeto...” Quizá su pecado haya sido ser un adelantado en el medio y para su turno.

En su “Autobiografía” que la poseo por una gentileza del heredero de Roberto Gatti, termina diciendo: “Pienso, finalmente, que la Escuela, en todos sus ciclos, debe acercarse más a la vida para una mejor compresión de ella y de sus hermosas posibilidades, para una mejor interacción social y consiguiente superación de Escuela y Sociedad y que nuestros campos, los campos argentinos, siguen urgentemente necesitados de una superación integral, teniendo absoluta fe en la juventud de mi patria”.

“Con la humilde trayectoria que queda reflejada en la presente autobiografía de un maestro campesino, creo haber contribuido a honrar, en la medida de mis modestos alcances, a la vieja y famosa Escuela Normal de Esquina que me otorgó en caro título, quedando con la sensación de haber cumplido con el deber y con la patria”.

 

Aníbal Expedito Méndez, 28 de mayo de 2008, día frío y nublado en Esquina

 


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