SPINNING

 

CASI TODO SOBRE ESTA MODALIDAD (siempre podemos aprender algo más).

CON LA LLEGADA DE LOS PRIMEROS CALORES, DESPIERTA EL INTERÉS DE LOS AFICIONADOS.

Muchos aficionados que no han incursionado en esta modalidad, se hacen la pregunta: ¿cómo hacer para pescar con artificiales?.

Seguramente, serían muchos los pescadores que podrían hablar horas y horas sobre la pesca con señuelos, sin embargo los interesados, por algún motivo inexplicable son renuentes a hacer la pregunta.

La base del conocimiento siempre está en la lectura, en el saber escuchar y por sobre todas las cosas en poder asimilar las enseñanzas recibidas.

Nadie nace sabiendo, por lo que no tenemos que tener recelo en preguntar, muchos pescadores están prontos y aptos para trasmitir sus conocimientos.

Sin embargo, para que se sientan más entusiasmados a adoptar esta práctica, vamos a describir algunas características de la misma, e incluiremos algunos consejos que la práctica y la experiencia nos lo indican como sumamente válidos al momento de iniciar la pesca.

LOS EQUIPOS.- La caña, el reel y la línea deberán formar un conjunto altamente equilibrado.

Un buen equipo bien balanceado, hace una gran diferencia al momento de pescar.

El efectuar lances durante muchas horas en el transcurso del día, el recuperar muchas veces el artificial, tratando de darle un movimiento creíble para hacerlo tentador para el pez, hace que un equipo pesado y desaliñado se transforme en poco tiempo en un verdadero adefecio insoportable e inadecuado para esta pesca.

LAS CAÑAS. Las varas podrán ser de fibra de vidrio, carbono o mezcla de las dos, lo importante aquí es el largo de las mismas.

Dado las características de los ámbitos en los cuales realizamos esta práctica, normalmente costas de arroyos con densa vegetación, una caña muy larga dificultará el lanzamiento.

Largos de 5 o 6 pies, que equivalen aproximadamente a 1,68 metros a 1,83 metros, será suficiente para con algo de práctica poder colocar el señuelo en aquel lugar que pensamos que una tararira está acechando.

Los molinetes, podrán ser frontales o rotativos; aquí la cosa es totalmente personal, siendo de suma importancia que la caña esté armada de acuerdo al seleccionado.
Para identificar una vara para rotativo, deberemos fijarnos en el gatillo que normalmente está junto al porta-reel e identificar los pasadores de pequeña dimensión, muy semejantes en tamaño, y asimétricos en su distribución

En el caso de una vara para frontal notaremos la ausencia del gatillo, pasadores más grandes y en menor cantidad disminuyendo en tamaño hacia la punta.

Las características más importantes en el momento de la elección son la acción y la fuerza o power de la caña.

Tenemos por acción a la medida en tiempo de recuperación, traducido en la velocidad que tarda en volver a su posición inicial luego de flexionarla.

Además esta flexión puede ser de punta, semi parabólica o parabólica; personalmente preferimos las cañas rápidas (fast) de acción de punta, ya que brindan una mayor deportividad y permiten disfrutar mucho más de una buena captura.

La fuerza o power, está expresada por la cantidad de presión que ejerce sobre la presa para cansarla, o sea que deberá tener la suficiente fuerza para contener las arremetidas del pez, nuestro actor principal.

Esto está identificado normalmente en las especificaciones por las palabras leve, media y media/pesada.

Con esta información estamos en condiciones de escoger power leve para peces pequeños y media/pesada para peces grandes.

Llegados a este punto, tendríamos que describir la caña ideal, por ejemplo, para la pesca de la tararira.

La experiencia indica que no hay una caña ideal; para nosotros la mejor es la nuestra, que posiblemente no lo sea para ustedes, por lo que es necesario en este punto experimentar y experimentar, hasta lograr el equilibrio perfecto.

Como guía para alcanzar ese equilibrio, les comentamos, que nosotros para la pesca de tararira, preferimos una caña con componente de carbono, 6 pies de largo, acción rápida de punta, de power media, la cual nos facilita aferrar, y nos permite con movimientos cortos del brazo efectuar lances largos y precisos.

Su acción media, la hace muy apta para enfrentar a tarariras pequeñas y grandes, y tanto con unas como con otras, podremos disfrutar al máximo de la lucha fuerte y leal que presenta este pez en el momento de su captura.

ROTATIVOS O FRONTALES. Como comentamos anteriormente, la elección es totalmente personal.

Lo importante es que sea totalmente compatible con la línea y la caña a usar, además debe estar acorde con la acción y el power de la misma. Nada más desagradable e incómodo para pescar que un ABU 700C, por ejemplo, montado en una vara de acción media de 6 pies de largo, o un Shimano micro 500 cargado con monofilamento del 0.50.

Usando una caña de acción media, se deberá procurar un reel acorde, con capacidad para 100 metros de línea compatible.

En cuanto al número de rulemanes, éstos están de acuerdo a la cantidad de dólares que estemos dispuestos a gastar.

Unos pocos bien distribuidos en las partes vitales del molinete, serán suficientes, para evitar un desgaste excesivo, permitir muy buenos lances exentos de la indeseable galleta, y por sobre todas las cosas resguardar nuestros bolsillos.

El preferido nuestro, es un Shimano CRESTFIRE, el más barato de la línea, pero que nos permite excelentes lances, muy pocas galletas (algunos días que nos encontramos muy inspirados, ninguna), y muy buena recuperación, facilitando la tarea de hacer trabajar al señuelo.

LAS LÍNEAS.- Otro verdadero tema, dado la gran cantidad de marcas y calidad que ofrece el mercado local.

Lo fundamental a tener en cuenta es que siempre deberán ser compatibles con el tipo de reel a utilizar.

Una medida entre 10 lb a 12 lb de resistencia de rotura, es decir que soporte de 5 a 6 kilos de peso, será suficiente. También se podrán adquirir de acuerdo a su diámetro, es decir, de 0.28 a 0.33, dependiendo del fabricante.

No es necesario contar con un implemento sofisticado de medición para verificar los grosores, las marcas de buena calidad respetan las medidas especificadas en su etiquetado, haciéndolas altamente confiables.

Personalmente optamos por las líneas de alta visibilidad, ya que es muy importante en el momento del lance acompañarlas con la vista para una ubicación correcta del artificial.

Dado las características de las especies que se capturan en nuestros cauces con esta práctica, es necesario el uso de líder, preferente de colores neutros (cristal, verde o negro) de más o menos 40 o 50 centímetros de largo.

LOS ARTIFICIALES.- Particularmente para nosotros, entrar en una casa de pesca y pararnos frente al muestrario de señuelos, representa un placer para la vista.

Los fabricantes hacen todo lo posible para seducirnos con nuevas formas, colores, tamaños y brillos, y a la hora de comprar un artificial lo logran sin mayor esfuerzo.

La valija de todo amante del spinning, está repleta de gran cantidad de ellos, pero únicamente unos pocos revelan las marcas dejadas por la firme dentadura de una tararira.

Por eso para comenzar esta práctica no es necesaria una artillería interminable, aunque con el paso del tiempo nos vamos transformando en coleccionistas enfermizos.

Una dotación básica de no más de siete u ocho señuelos, puede ser el primer paso para iniciarse en la aventura del spinning.

Los artificiales los podemos clasificar en tres grandes grupos: de superficie, de media agua y de fondo.

La poca profundidad y correntada de nuestros arroyos y ríos, nos permite prescindir de estos últimos, debiendo detenernos en los de superficie y media agua.

Al efectuar la compra, es necesario conocer perfectamente la procedencia y fabricación del artificial, ya que una construcción defectuosa, hará indefectiblemente que el señuelo trabaje mal, contituyéndose en una inversión inútil en el momento de la pesca.

Marcas como SENA (excelente calidad nacional); SALMO, RAPALA y KONGER (estos últimos importados), brindan al aficionado muy buena construcción, dureza, variedad, peso adecuado y por sobre todas las cosas, confianza al momento de ser adquiridos.

Existen otras marcas de reconocida calidad en el mercado, las cuales no mencionamos por no haberlas experimentado personalmente, pero en próximos números efectuaremos un test de las mismas brindando toda la información al respecto.

Un par de superficie, y algunos más de media agua, variando colores claros y oscuros nos permitirán comenzar a disfrutar de esta particular actividad.

Una regla básica, la cual conocemos ignorando su origen, que indefectiblemente siempre se nos ha cumplido, expresa lo siguiente: a aguas claras, colores claros y a aguas oscuras, colores oscuros.

LA TÉCNICA.- Nuestra primera experiencia estuvo signada por un fracaso estrepitoso.

Por desconocimiento del tema, trasladamos todo lo aprendido en la pesca de costa en el mar a un ámbito y una práctica totalmente diferente en la cual no tiene cabida la pasividad del pescador.

Aquí el aficionado se convierte en un verdadero cazador activo que debe ir permanentemente en busca de su presa.

De nada sirve encontrar un muy buen apostadero y desde allí hacer innumerables lances; el caminar el curso de agua, tratando de adivinar dónde se encuentra una tararira acechando a su presa, para luego ubicar convenientemente el señuelo, tratando de provocar el ataque, son acciones inevitables para lograr una buena captura.

Es por eso que el spinning agrega a su encanto particular un mayor contacto con la naturaleza, permitiendo gozar aún más de ella.

Una práctica previa, aprovechando esos días que no permiten la pesca activa, puede servir a los efectos de conocer profundamente el equipo elegido.

Un jardín, una terraza, o la vereda de nuestra casa (tendremos que bancar las bromas de nuestros vecinos), serán canchas apropiadas para tratar de ganar efectividad en nuestros lances.

Coloque un balde a unos 15 metros de distancia y trate de introducir dentro de él el señuelo elegido..... si lo consigue podrá alcanzar cualquier recodo del arroyo, le faltará únicamente saber darle la vida necesaria al artificial en su recuperación.

Cuando lo logre, todas las tarariras que estén al acecho serán para Ud. presa fácil y captura segura (sí las encuentra).

OBSERVACIONES FINALES.- Al igual que el cazador, las más de las veces, estamos obligados a caminar muchos kilómetros, vadeando arroyos y lagunas, por lo que se hace necesario transportar lo imprescindible.

Nosotros particularmente usamos un chaleco de pesca, en el cual cargamos toda o casi toda la artillería.

Un par de cajas Plano con los señuelos preferidos, pinzas, alicates, tijeras, son parte de los utensilios, a los cuales agregamos una sola caña para facilitar el desplazamiento.

Pantalones largos, camisa de manga larga, para evitar a los indeseables insectos, más un buen repelente, complementado con un gorro, lentes polarizados y un calzado antideslizante, forman la indumentaria utilizada.

Los Waders son de utilidad en los ámbitos en que se encuentran las molestas sanguijuelas.

Está en cada uno tratar de encontrar el equilibrio perfecto, que es personal a cada aficionado, nosotros creemos haber alcanzado el nuestro.

Con la práctica y la experimentación día a día se podrá mejorar, obteniendo así mejores resultados.

Por último una reflexión que nos fue planteada hace ya mucho tiempo y en casi todos los casos, y particularmente en el nuestro se cumplió al pie de la letra.

Si prueba y obtiene el éxito jamás abandonará esta atrapante actividad.

Agradecemos a la firma SAGE, que nos proporcionó el material para las notas gráficas.

 

Información extraída de www.uruguaynatural.com.uy 

 


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